La enseñanza para esta Civilización avanzada – la actual.

Por Cesar vasquez Lopez

Esa Civilización que nos creemos los chachos en la historia de la humanidad.

Venga de donde venga y como venga, la pandemia que nos está golpeando en estos momentos nos está dando grandes enseñanzas:

De 1ª mano nos lleva a comprender y valorar a un precioso elemento, al tener que palparlo constantemente como medio de control y prevención e indispensable para salvar la vida de las personas; elemento para conservar y cuidar y, si debemos saber de dónde viene, para así poder protegerla: es el agua.

La pedagogía del momento, no creo que sea necedad: lavarse las manos con frecuencia es evitar el contagio de esta enfermedad y de muchas otras.

Lavarse las manos se ha convertido en la base fundamental para la salud y la vida – algo que deberíamos hacer siempre con o sin epidemias – todo parece indicar que algo o alguien pone en nuestras manos un elemento valioso que no debemos seguir destruyendo con nuestras manos.

La mano del hombre se encargará de conservarla y cuidarla… o destruirla; seguirla destruyendo.

Tengamos en cuenta que el agua no brota de las paredes de los edificios y las casas y menos del edificio de las empresas municipales y sí de los sitios en donde están llegando las manos destructoras y criminales: crímenes ecológicos al destruir paramos, cabeceras cuencas y cauces de los ríos; tristemente a ello los gobernantes le llaman progreso y desarrollo.

Ni hacer mención de la contaminación de las aguas del subsuelo con la fórmula mágica (tenebrosa macabra) del fracking; difundido también por los gobernantes como progreso y desarrollo.

Lo que debemos aprender de este desastre es: Para vivir no necesitamos edificios inteligentes mansiones con grifería de oro, (cuando lo que necesitamos es agua) autos suntuosos, canchas de fútbol con reflectores descomunales, esto por mencionar lo mínimo.

Las cosas sencillas de la vida son las más grandes hermosas y útiles.

Alguien dijo:

“No he visto el primer hombre calmar su sed o mitigar su hambre tragándose un fajo de billetes o un lingote de oro, tampoco limpiar y lavarse las manos con petróleo.

Será que ahora sí comprendemos, que existe un animal racional llama hombre o ser humano qué, se está convirtiendo o se ha convertido en una plaga destructora del planeta tierra, su casa; ya es hora de poner en práctica lo racionalPODEMOS HACERLO!!!.

Por Cesar Vásquez Lopez.

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